sábado, 19 de septiembre de 2009

Cuarta parte de "El fantasma"

Su atención se hizo mas aguda. De pronto, tan repentinamente como un disparo, descubrió una pequeña figura, como un enano, cerca de la pared, entre la puerta y la chimenea. Era una pequeña figura con capa, no mas alta que la mesa ¿Como lo hacia? Se movía despacio, muy despacio, hacia el fuego, como si no se diera cuenta de la presencia de la niña, envuelto en una capa que arrastraba por el suelo, con un sombrero en la cabeza inclinada sobre los hombros. La pequeña se aferro a las sabanas: era algo tan raro, tan inesperado: soltó una risa nerviosa para romper la tensión del silencio..., para demostrarle su aprecio.
El enano se detuvo en seco al oír el ruido y giro hacia ella.
¡Ay! ¡Pero que miedo sentía! La cara del enano era de un tono blanco cadavérico, tenia un rostro largo y afilado, hundido entre los hombros. ¡No había color en los ojos que la observaban! ¿Como lo hacia? ¿Como lo hacia? Era demasiado bueno. Se volvió a reír nerviosamente; y con un estremecimiento de terror que no pudo dominar, vio como la figura salia de las sombras y avanzaba hacia ella. Se armo de valor; no debía asustarse por una simple representacion... Se acercaba, era horrible, horrible..., estaba llegando a su cama...
Escondió de golpe la cabeza entre las sabanas. Nunca supo si grito o no...
Alguien tocaba la puerta, halando alegremente. La niña se saco la cabeza de las sabanas, avergonzada por su temor. ¡La horrible criatura había desaparecido! El señor East hablaba desde la puerta ¿Que era lo que decía? ¿Que?
-Ya estoy listo - dijo -. ¿Quieres que entre y empiece?

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