Bueno pasábamos mucho mucho tiempo hablando, ya lo quería, nos queríamos. Se iba convirtiendo de a poco en una persona muy muy importante. Además, él llego cuando me desprendí de otra persona, y él me ayudo a olvidarme. En fin, podíamos hablar de cualquier cosa, lo que sea podíamos conversar y morirnos de risa.
Pasaron unos meses y yo quería conocerlo en persona, ser amigos de verdad, no a través de una computadora. Pero él no quería, no sabia por que pero no quería encontrarse conmigo. En esos momentos ya teníamos una relación bastante rara, no era de amigos, no se que era. Para que me entiendan mejor voy a confesar que a mi me gustaba, me gusta, amaba como era, como hablabamos, y aunque no sabia si era lindo o feo o lo que sea, a mi me iba a gustar igual. Yo obviamente tenia vergüenza de verlo, no es algo común conocer a alguien así. Las relaciones comúnmente empiezan al revés, conoces a alguien en persona y después se conocen mas profundamente.
Tuvimos muchisimas peleas porque yo quería salir a toda costa. Admito que me había puesto bastante pesada con el tema de salir, era casi de lo único que le hablaba. Pero yo no entendía porque le costaba tanto salir, si tenía vergüenza, no se le iba a pasar quedandose en su casa al contrario tenia que arriesgarse y salir. Fue una época bastante fea, pero al final reaccione y me dije a mi misma que no quería perderlo, porque era una buena persona y habíamos pasado tantas cosas y tantas charlas, etc. Prometí no hablar mas del tema, y yo creo que cumplí bastante bien.
Siguió pasando el tiempo y no se que paso, la relación se habrá desgastado. La mayoría del tiempo que hablabamos eran peleas por cosas tontas, por celos o pavadas. Pero siempre nos arreglábamos y seguíamos porque nos queríamos demasiado como para dejar de hablarnos por unas peleas tontas.
Ahora no tengo mas ganas ni tiempo de seguir con la historia, mañana tengo que rendir matemática y me parece que me va a ir mal, pero bueno. Prometo terminar de escribir pronto.
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