domingo, 10 de enero de 2010
Esperaría que no te asuste este instante de sinceridad, mi corazón,vomita su verdad. Es que hay una guerra entre dos por ocupar el mismo lugar, la urgencia o la soledad. La soledad fue tan sombría que no te dejo encontrar tu naturaleza divina, la urgencia gano esta vez dispuesta a penetrarte prepotente y altiva. Por la noche la soledad desespera, por las noches la soledad desespera y por la noche la soledad desespera, por las noches la soledad desespera. Espera por ti, espera por él, espera por mi también, por aquel. Mis condolencias sujetan su alma a una brutal represión esperando apasiguarse o confía en el paso del tiempo como otra solución, para encontrar la calma, pero te pone loco en las noches rogando entrar en los confines mas oscuros, después te arrodillas ante el amor maternal suplicando ternura. Por la noche la soledad desespera, por las noches la soledad desespera, que por las noches la soledad desespera, por la noche la soledad desespera. Espera por ti esperan, por él espera, espera por mi también por aquel; espera por ti, espera por él, espera por mi también por aquel. Y qué hace este angelito ahora a las 6 de la mañana subido al mástil de este naufragio al verse alzando las copas forajidas viene un cielo de enfermeras para lamer sin asco las heridas. Por las noches la soledad desespera, a ver si viene del cielo, por la noches la soledad desespera, una enfermera del amor...
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